Monday, March 20, 2017

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Tuvieron que pasar alrededor de, ¿qué?.. ¿90 días? para finalmente tener 36 horas en que las cosas se pudieran calificar como enteramente positivas porque hay felicidad en el abandonar (y abandonar como término infinitamente positivo, porque cuando mucho se posterga..) los temas del trabajo y reírnos y bailar y cantar y tomar fotos y todo eso.

Y después la zozobra. El pesar en el pecho porque mañana otra vez poner cara a asuntos que a mi, francamente, me comienzan a dar mucho igual.

No se cómo le hacen ustedes para encontrar satisfacción en el día a día.  Sólo sé que salir y hacer lo que hay que hacer sustenta un día más de sufragar que las cosas se sigan dando para sostenerte el rostro por las noches. Me imagino que los demás lo hacen por una razón más o menos parecida.

Jonathan.

(Hoy era un día díficil. Pasamos de la felicidad de estar juntos a la tristeza de volver a separarnos aunque sigamos viviendo donde mismo)