Monday, May 17, 2010

Políticos jóvenes ( I )

La necesidad de un liderazgo joven, potentemente dedicado y de amplia visión vertical es constantemente ligado al orden estatutorio mínimo-necesario para la obtención de un cambio real en el ambiente político de cualquier país. Un lider democrático joven (o quizás un joven democrático lider) de modernos valores seculares, conscientemente alejado de las divisiones creadas por nuestras religiones, nuestras castas y nuestros lineamientos políticos.

Tras el esfuerzo razonable por comprender las transiciones que sufría México a causa de los males que entonces ya nos aquejaban desde y durante el primer lustro de los 90s, se escondía ya el tema quizás más interesante que resultaría del final de sexenio en 2000: el modo en que los jóvenes se convertirían en actores social y políticamente activos de sus respectivas entidades.

Hace cuatro años muchos a quienes tengo el placer de conocerles el careto o al menos la voz y que me honran con leer y comentar acá involuntariamente reunimos en torno al mismo fin y nos echamos una mirada y con un gesto de la cara decidimos erigir al mismo sujeto blandiendo un montón de razones y razonamientos más producto del idealismo romántico democrático que entonces nos poseía que en una decisión pensada con base en los lineamientos políticos que ya entonces pretendíamos representar entre nuestras amistades.


El sujeto del que hablo en aquél entonces tenía 43 años y nos pasábamos tardes enteras en el comité viendo los videos que recibíamos.En más de una ocasión me tocó cerrar mi negocio temprano y no percibir ganancia alguna con la intención de estar a tiempo y en tiempo con la campaña.

Dos años después el personaje del que hablo reformó la ley hacendaria del régimen intermedio lo que colateralmente me obligó a darme de baja de Hacienda y lógicamente cerrar mi negocio. Es precisamente el mismo personaje que el año pasado nos platicó que la recesión mundial nos pasaría rozando el larguero pero que hoy en día nos mete goles desde todas las escuadras.

Hace cuestión de tres meses me encontré por casualidad a aquella señora por la cual me alineé activamente a cuestiones muy profundas del partido y me preguntó si en algún momento durante los últimos cuatro años había sentido que nos habíamos equivocado. La realidad es que el momento más corto que conozco dura tres días y si todos fueran como éste yo más bien optaría por decir que he sentido en varios momentos que, efectivamente, nos equivocamos.


Hoy en día México tiene a quince gobernadores cuya edad no rebasa los 50 años. Ésto incluye, claro, a gobernadores altamente cuestionables (y lógicamente cuestionados ya) como Rodrigo Medina, de Nuevo León, entidad federativa que presenta probablemente el mayor deterioro visto en meses recientes en áreas elementales como economía y seguridad. Durante campaña, Medina se posicionó por delante de su competidor Fernando Elizondo (cuya edad supera los 60 años) basado principalmente en una maquinaria mediática que exaltaba mayormente la juventud de Rodrigo, a quien nunca le conocimos rol político previo.

Hoy la desconfianza se ha instalado en la ciudadanía. Cuando decenas de miles de empleos ya se habían perdido el sujeto que menciono apenas reconocía que era "opinable" sostener que hubiéramos entrado en crisis. Más de la mitad de nosotros pensamos que las medidas señaladas no son suficientes para sacar a México adelante.  Es más, joder, ¿de cuáles medidas hablo?. Cualquier llevado y traído plan de austeridad mencionado no es mas que una falacia fácilmente contrastable con la cantidad de Instituciones gubernamentales inútiles que tenemos que patrocinar como el INER, el INACIPE, el IMTA, el IMER, el ISSFAM, etc etc.

El próximo Presidente de México muy probablemente será Enrique Peña Nieto, de -adivinen- 43 años. Pero antes de resignarnos a la idea de que así sea, vale la pena cuestionarnos antes: ¿Nos han fallado los políticos jóvenes?