Thursday, November 24, 2011

Ni tan indignados.


Lo que escribo ahora lo hago desde una pequeña manifestación en Saltillo, Coahuila que tiene como fin emular el movimiento Occupy WallStreet que inició hace algunos meses y tuvo eco en distintas ciudades del mundo, resultando memorables los eventos suscitados en metrópolis como Barcelona, Oakland y Londres.
Saltillo, para quien nunca ha venido, es una ciudad ciertamente pequeña. Está en el norte de México y la población apenas rebasa el millón de habitantes. Si el lector ha permanecido atento a las noticias de los últimos meses sabrá para este entonces del escándalo que envuelve al ex-gobernador del Estado y el desaparecido monto de 34mil millones de pesos que inexplicablemente fueron adquiridos por medio de préstamo y cuya aplicación las autoridades no han sabido aún explicar.

 

No se los demás, cuando yo pierdo 100 pesos busco debajo de la cama, busco en el pantalón que traía ayer, busco en el coche y busco en cualquier otro lado básicamente porque perder 100 pesos me hace sentir incómodo. Me hace sentir torpe. ¿Cuánto más debe incomodarme si 34,000,000,000 de pesos en deuda deberán ser pagados por 1,000,000 habitantes, a razón de 34,000 pesos cada uno de ellos?. Para ser honestos, al igual que muchos de los que estamos aquí, yo no me había planteado seriamente la idea de venir aquí a expresar mi inconformidad hasta que me enteré del cómo habremos de pagar ese dinero faltante:

Pagaremos el doble en Impuesto sobre la Nómina además de un incremento brutal en los servicios estatales que ejemplifico a continuación:
  •    Hasta hoy, un acta de nacimiento costaba 19 pesos. El año que viene costará 60. El triple.
  •   Divorciarse hoy nos cuesta 194 pesos. En 2012 costará 520 pesos. Casi el triple.
  •   Morirse y que den fe de ello cuesta 15 pesos. En 2012 costará 50. Casi el triple.
  •   El pasaporte cuesta aquí 120 pesos. En dos meses más costará 1,000. El… ¿quíntuple?
  •  Abrir una taquería cuesta 2,000 pesos. En 2012 costará 15,000. Me faltan dedos para contar ya.
  •  Para agregar burla por encima de la ofensa, a partir de 2012 los poseedores de bicicletas hemos de plaquear nuestros vehículos y pagar una tenencia anual.

Por esta razón uno pensaría que los habitantes de Saltillo tenemos razón de sobra para sentirnos indignados y salir a la calle a levantar nuestra voz, pero la realidad es que aparentemente no. Un compañero que trabaja para prensa acaba de hacer un conteo informal y siendo benévolo de números habrá contado alrededor de 100 personas. Para gozar de perspectiva tocaría decir que Barcelona es una ciudad (sin contar zona metropolitana) de 1;500,000 de habitantes y durante su protesta llegaron a los 140,000 indignados.  Allá se protestó no por impuestos fraudulentos ni saqueos de escritorio sino por la necesidad de empleo. Acá protestar por empleo ni siquiera nos cruzó por la cabeza porque lo vemos con naturalidad. Nos conformaríamos justo ahora con que la deuda la paguen los que conservaron ese dinero y no nosotros.

“¿Porqué nadie vino?” - preguntó una de las organizadoras. Cada quien tiene sus teorías para responder y todas ellas son absolutamente respetables pero lo único que me queda claro después de este día es que si nos hubiéramos reunido para protestar el resultado del Márquez vs. Pacquiao quizás sí hubiéramos reunido 140,000 rabiosos indignados.

La invitación es la misma: vengan, acompáñenos, súmense a ese grupo de muchachos valientes que abrieron el grupo "Indignados Coahuila" en Facebook y reclamemos nuestros derechos con la Constitución en la mano.
(Aprovecho para enviar saludos a Michoacán, que pronto sabrán de qué hablamos.)