Wednesday, July 6, 2016

En el hipotético..

Esto va para ti:

Que si llegases a leer esto, te vendría saber bien y de una sola que nada de lo anterior era para ti. Era para mi. Era para después y algo era para el hoy y éstos días, pero siempre era para mí, desde el principio. Me acabo de dar cuenta hace tres, porque si esto de inicio estuviera pensado para ti te lo habría puesto sin esdrújulas ni [palabras] faltantes.

Hoy pasé delante de la esquina y me he olvidado por completo de que tenía que voltear a verla. Tener que voltear porque es lo que se hace, es lo que dicen estimable y es lo que reprocharía quien no es cadáver. Que luego me dicen "fatal vivir de fantasmas" y es que, hombre, ni lejos. De los fantasmas uno esperaría un mínimo de movimiento y rollito poltergeist de vez en cuando. Tu vas más de ser cadáver internalizado. Hoy en tripas que, aunque descompuestas, no huelen a nada.

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Javier.

Javier es un referente genial en cuestión de tiempo. Javier es mi argumento para pensar positivamente del tema, y luego también para pensar que la ejecución puede ser mejor comenzando por el gesto descortés de dejar lugares algo sucios.

Y, aún cabe decirlo, me va mucho hablar de suicidio pero con la persona correcta. Y me va muy poco escribir de suicidio porque uno lo deja de considerar tema a partir de los 19 y escribir de suicidio es una abierta invitación a calcularme 20.
De ello, a mi toda postura me parece altamente defendible y seguro que si me lo propongo encontraría virtud en defender que fue un error el que últimamente dejamos de verlo como último recurso para verlo como opción tres o cuatro.
No se qué estaba pensando Javier. No hubo nota, no hubo post y después (¡después!) uno leía sus textos y encontraba cantidad de guiños que se podrían haber adivinado como asomo y sentencia de una decisión bien lograda, pero.. ¿así?, ¿no íbamos de tan buen gusto como para acabar mostrando lo que uno lleva dentro?

Yo soy mucho de la idea, Javier, que si hubieras visto lo que tus padres han tenido que ver repartido entre acera y coches, probablemente te hubieras tirado cabeza primero y no con la barriga franca. Un funeral como la gente en dónde exhibirte presentable para Tere y para Anita.
Luego siempre la duda del cómo: ¿caminaste hacia la ventana y el último paso fue igual que los anteriores, o has dado un saltito para evitar la cornisa de la ventana de abajo?, ¿te sentaste al menos para calcular si cinco pisos bastaban, o te paraste un rato para horrorizar a unos cuantos que no entendían cómo podía alguien tener la voluntad de acabar con su vida?.

Y bueno. Ya han pasado cinco años y desde entonces ni Elisa ni Ernesto te olvidan. No te mencionan ya abiertamente, pero se les va de pronto un "..vaya que habría disfrutado esto". Y vaya que sí. Vaya que hubieras públicamente anunciado disfrutar cosas que no te anclaban lo más mínimo a dejar cerrada la ventana.