Escribo esta lista sintiendo tener las credenciales suficientes mayormente basado por mi experiencia como taxista en la ciudad de Monterrey durante cuatro años en los cuales trabajé diariamente en una base de 8 - 10 horas diarias recorriendo no menos de 85,000 kilómetros durante ese tiempo. Es cierto, hay taxistas que han conducido durante más de 40 años pero es fecha que no se de uno que tenga Twitter y blogspot para que nos cuente el.
Dicho lo anterior, me permito compartir una lista de 20 consejos para conducir y jamás chocar a nadie y probablemente jamás ser chocado. Comenzamos con las más básicos:
1. No te voy a decir que no bebas y no conduzcas porque de todos modos lo harás. Aún así, conócete bien y palpa tus límites. Incluso en la ebriedad hay un momento al encender el coche en que piensas "no mames, no puedo manejar.". Utiliza ese momento y dale credibilidad. No mames, no puedes manejar.
2. Te apellidas González o te apellidas Martínez. Tu apellido no es Hakkinen ni Fitipaldi. Y créeme, cada vez que pasas a 120km/h en una zona escolar Ayrton Senna desde el cielo se ríe de ti.
3. No nos interesan tus horribles gustos musicales. Y si esto no te importa quizás sí te importe saber que chocar contra una ambulancia que lleva la sirena encendida tiene penas legales del tamaño de tu pésimo gusto musical. Gran parte del éxito de no chocar jamás radica en no solamente ver a los demás coches sino ESCUCHAR a los demás coches.
4. Eres dueño de tu coche, sí. Pero no eres dueño del camino. Usa tus direccionales para avisarme que vas a dar vuelta. De ese modo me das a mi toda la responsabilidad de frenar a tiempo y saber qué hacer. Habrás escuchado ya algun amigo tuyo que dice "yo nunca choco; siempre me chocan a mi". Bueno, son imbéciles que no usan las direccionales.
5. El Need For Speed no es real. Bueno, la parte en que la policía te persigue sí que es real, pero, joder.. no midas el tiempo de tu recorrido ni te ilusiones disminuyéndolo como si fueses a desbloquear un modo de juego. Cada vez que alguien me dice "Oye, yo hago 13 minutos del trabajo a la casa.." aparece un punto verde parpadeando en mi radar de pendejos.
6. Se cortés. Especialmente si llevas chicas en el asiento del pasajero. Comprobadísimo: si le cedes el paso a un peatón, la chica que llevas al lado automáticamente pensará que en la cama nunca te vienes antes de que ella se venga. Ya después tendrás tiempo para demostrar la basura de persona que realmente eres.
7. La física existe por una razón. Si eres un pendejo que sabe que le toma 13 minutos llegar al trabajo, ¿porqué salir cuando solo faltan 10 minutos?.
8. Respeta las jerarquías. Traileros, taxistas, repartidores de pizza. Nunca lo aceptarás pero todos ellos son infinitamente superiores a ti en cuanto a experiencia al volante y SABEN lo que están haciendo. Permíteles pasar y en el caso específico de los tráileres déjate impactar por su tamaño y recuerda que necesitan dos carriles más que tu para dar tomar una curva dentro de la ciudad.
9. Haz un mapa mental de tu recorrido. Esto se lo debo totalmente a mi padre porque de vez en vez me pasa que voy conduciendo y pienso: "¿a dónde voy?" y yo mismo aparezco en el radar que les dije. Mi padre siempre me instó a pensar con antelación que ruta tomar. La de gasolina que te ahorras a final del día.
10. Tu pene jamás cambiará de tamaño. No te hace más hombre ni te hace más varonil negarle el paso a alguien que quiere cambiar de carril. Te vuelve un imbécil, solamente. Pónte a meditar qué tanto tiempo te ahorras por ir adelante del coche que no quieres dejar pasar. No ahorras nada.
11. Nadie intenta matarte. Nunca asumas que un acto aparentemente agresivo fue intencional. Muchas veces la gente cambia de carril intempestivamente pero no significa que haya tenido la intención de asesinarte. No hay necesidad de entrar en furia.
12. Toma tu espacio. Uuuhh, ésta es importante. Cuando te detengas en un semáforo deja un espacio considerable con el coche que va delante tuyo. ¿Porqué? Te sorprendería saber la cantidad de choques que me he sacado de encima usando el retrovisor para detectar coches que no alcanzarán a frenar y están a punto de chocarme por detrás. En una ocasión un tipo derrapó, lo vi, me moví hacia adelante y el sujeto se bajó decirme que yo estaba lleno de #WIN.
13. Obedece a las autoridades. Excepto si traes placas foráneas y un oficial de tránsito a pie te señala el alto. Haz contacto visual, sonríe bien grande y sigue tu camino.
14. No confíes en tu retrovisor derecho. Familiarízate con el término "punto ciego" que aplica al retrovisor de tu vehículo. No toda la calle cabe en un cristal de siete centímetros por lo tanto utiliza constantemente tus espejos para llevar un conteo mental de cuáles coches llevas detrás de ti. Si uno "desaparece" probablemente esté en tu punto ciego.
15. No hagas contacto visual. Das asco. Dios mío, si haces contacto visual con peatones o conductores definitivamente necesitas una pareja PRONTO.
16. Llora en tu casa. No conduzcas bajo los efectos de una discusión con tu pinche novia. Si existe algo peor que beber y conducir sería llorar y conducir o gritar y conducir. Por igual, no conduzcas mientras discutes con alguien: Estaciónate y pídele que abandone el vehículo; te verás como alguien que tiene mucha clase.
17. Controla tu temperamento. ¿Sabes cómo controlo yo mi temperamento cuando conduzco? Hago sonidos de animales. Inténtalo ahora mismo. Haz como un pato. A mi siempre me funcionaba cuando era taxista y lo hacía todo el tiempo. Con pasaje en el asiento trasero, uuu la delicia.
18. Nunca seas el más rápido. Aprovecha a los conductores agresivos y síguelos en su loca travesía. Si la policía detecta un grupo de conductores a exceso de velocidad siempre detendrá al que va en punta. ¿Que si esto contradice al punto 2? Sí. Así soy.
19. DISFRUTA. Conducir es un privilegio fascinante. Dios menciona a los coches en Deuteronomio y desde tiempos bíblicos los fariseos ya conducían por el simple placer de conducir.
20. No ofendas a nadie. Por el contrario, si alguien te grita "¡chinga tu madre!" saca la cabeza por la ventana y respóndele: "¡Dios te bendiga!". Nada jode más en hora pico que una bendición del Señor.